Necedades Parte I

Author: José Miguel Lecumberri /

La pereza es mi única aspiración. Soy una víctima del acto, estoy atrapado por el incesante vaivén de las circunstancias y no me puedo desafanar. Mi visceralidad es mi conciencia, mis intestinos me moralizan.

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Envenenado por la noche, torturado por el insomnio, el verdadero genio no puede más que volverse un inadaptado, una sombra de sí mismo, haciendo del tedio su único órgano funcional.

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Sólo en el seno del acto he encontrado la fecundidad, yo soy su vástago, un agitado. En él he podido olvidarme de mí y de mis miserias. Ya no soy yo mismo, sino estas letras que son nada.

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Nada tiene sentido. Al borde del desencanto categórico, siempre encontramos la forma de sobrellevar la vida. Si fuésemos más honestos, nos desvaneceríamos sin dejar rastro. La idea de trascendencia es la perversión más grácil de la naturaleza.

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Para aburrir al destino, para eso inventamos las profesiones, los grados académicos y los protocolos, toda nuestra vida se reduce a la imagen que los demás se forman de nosotros, estamos impedidos para siempre, la Muerte nos ha endosado al ensueño, nos ha usado como forma de pago para sus deudas con el absurdo.

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La Justicia Penal, rapiña disfrazada, es el ejemplo más claro de nuestra debilidad para con nosotros mismos.

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Los tecnicismos, bisutería lingüística.

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La abulia, sofisticación absoluta de los apetitos.

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Las inútiles preocupaciones de los humanistas contemporáneos y sus igualmente inútiles acciones, me han llevado a pensar que el ser humano, a pesar de haberlo deseado todo, ha sido incapaz de estar a la altura de sus más extraordinarias desviaciones.

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La melancolía, fuente de mi eterna senectud.

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La única retórica verosímil es el cinismo.

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La idea del purgatorio me parece fascinante pero mal ubicada. Tal vez sea a causa de nuestra tendencia a consignar a los dominios de la muerte, todo aquello que podría hacernos sensatos.

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Soñé con un mundo prodigioso, sin cristos ni ideales. Un mundo fantástico, donde los desiertos ocupaban el lugar de los mares.

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